La técnica de meditación debería de ser la consecuencia de un orden previo y no lo contrário.
¿Qué quiere decir esto? O mejor aún, ¿qué puedo decir yo al respecto?
La meditación por sí sola es una técnica maravillosa, no lo voy a negar, pero, a la vez, por sí sola no nos va a cambiar la vida. Es más, tenemos que cambiar nuestra vida (hábitos) para tener resultados en la meditación – ¡menudo trabalenguas!
Y es que la práctica de meditación y el estilo de vida han de ir de la mano: desde descansar y alimentarnos de manera más saludable, a evitar consumo de drogas (incluyo alcohol y tabaco), a tener un mindset proactivo y asertivo. Si todo, como el mecanismo de un reloj, se engrana y funciona en sincronía, entonces esos minutos que permanecemos en silencio meditando, tendrán un gran impacto en nuestra mente y nuestro organismo.
Un día me puse a pensar en cómo sería el día a día de aquellos que, hace miles de años, en la India antigua, comenzaron a meditar. La conclusión era obvia: no tenia nada que ver con la vorágine de lo que vivimos hoy. Ni externa, ni interna. No quiero decir con ello que nos tengamos que ir a una cueva para meditar pero sí hemos de ser conscientes de los desafíos que nos rodean y de nuestros propios condicionamientos para que, poco a poco, los sepamos sortear o desaprender, y ahí dejar espacio a la meditación. Un espacio en nuestra rutina diaria pero también un espacio en nuestro compromiso y voluntad de realmente querer conquistar eso.
Es un enfoque global, para con uno mismo, y por eso nuestra metodología, aunque esté feo que yo lo diga, funciona. Ni más ni menos que desde el 1960. En nuestras escuelas, proporcionamos las herramientas necesarias para ajustar todos los aspectos necesarios que rodean a la meditación: alimentación, talleres, comunidad o tribu, respiración consciente, trabajo de fuerza y flexibilidad, gestión emocional, mindfulness… y así un largo etcétera.
En mi opinión, basada en mi experiencia, este engranaje funciona y tiene todo el sentido del mundo.
Fuensanta Casanova
Instructora DeRose Method